¿Pueden los perros comer huesos de pollo?

Los huesos de pollo son una tentación común para los perros, pero también pueden ser muy peligrosos. Aunque algunos creen que aportan nutrientes, la realidad es que los huesos cocidos se astillan fácilmente y pueden causar lesiones graves. Aquí te explicamos todo con claridad.

Tabla de contenidos

  1. ¿Por qué los huesos de pollo son peligrosos?
  2. ¿Y los huesos crudos?
  3. ¿Qué hacer si tu perro ha comido huesos de pollo?
  4. Señales de atención urgente
  5. Alternativas más seguras
  6. Conclusión

1. ¿Por qué los huesos de pollo son peligrosos?

Los huesos de pollo cocidos se vuelven frágiles y quebradizos, lo que facilita que se astillen en fragmentos afilados. Estos pueden:

  • Perforar la boca, esófago, estómago o intestinos
  • Provocar obstrucciones graves
  • Causar hemorragias o infecciones internas
  • Aumentar riesgo de asfixia

Los huesos de ave, por su estructura, son especialmente riesgosos. Los veterinarios desaconsejan totalmente dárselos, incluso si parecen “sin problemas”.

2. ¿Y los huesos crudos?

Aunque algunos defensores de dietas BARF defienden los huesos crudos, también conllevan riesgos:

  • Pueden causar asfixia
  • Aportan riesgo de fractura dental
  • Presentan posible contaminación por Salmonella o E. coli

En general, no se recomiendan sin orientación veterinaria y medidas de higiene estrictas.

3. ¿Qué hacer si tu perro ha comido huesos de pollo?

  1. Mantén la calma y evita que el perro corra o force el hueso.
  2. Si el hueso aún está en la boca y puedes retirarlo sin riesgo, hazlo con cuidado. Si no, no intentes extraerlo tú mismo.
  3. No provoques el vómito, puede empeorar la lesión.
  4. Ofrece un pequeño trozo de pan blanco para amortiguar el paso del hueso, según orientación veterinaria.
  5. Observa durante 48–72 h si hay síntomas adversos: vómitos, diarrea, sangre, dolor abdominal o decaimiento.

4. Señales de atención urgente

Consulta al veterinario de inmediato si:

  • Hay dificultad para respirar, asfixia o atragantamiento
  • Vomita repetidamente, especialmente con sangre
  • Se muestra letárgico, sin apetito o con dolor abdominal
  • Tiene diarrea con sangre o estreñimiento severo
  • Se inflama el abdomen o presenta cólicos

5. Alternativas más seguras

En lugar de huesos de pollo, puedes ofrecer:

  • Huesos grandes crudos, específicos para masticar (res o caza de gran tamaño), supervisados
  • Premios masticables dentales seguros
  • Caldo de huesos natural: nutritivo y sin los riesgos de astillas
  • Juguetes de masticación duraderos, ideales para limpieza dental y entretenimiento

6. Conclusión

  • Nunca des huesos de pollo cocidos a tu perro: los riesgos son muy altos.
  • Si tu perro los ingiere, controla en casa con mucha atención o acude a un veterinario urgentemente.
  • Opta por alternativas seguras que cuiden su salud digestiva y dental sin ponerla en riesgo.

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Perro mirando hamburguesa