Cómo ayudar a tu perro a no tener miedo de los petardos en la noche de San Juan
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Ya tenemos aquí la noche más corta del año. Tal y como manda la tradición, el solsticio de verano se celebra acompañado por el olor a pólvora y los ya familiares festivos estallidos de los fuegos artificiales. Desafortunadamente para todos los petlovers, festividades como esta pueden ser desagradables o directamente peligrosas para tu peludo. Así que, mientras que para nosotros esta noche implica diversión hasta el amanecer, tu perro puede pasarlo realmente mal durante la verbena de San Juan. En este blog, vamos a explicar el porqué de su comportamiento y cómo podemos ayudar a que su noche sea lo más placentera posible con unos útiles consejos.
¿Por qué reacciona así tu peludo?
En primer lugar, recuerda que tu perro percibe el mundo de una forma muy distinta a la tuya, y eso incluye su forma de oír e interpretar los ruidos. Los oídos de los perros pueden oír más frecuencias y hasta cuatro veces más lejos que los nuestros. Esta sensibilidad auditiva hace que los ruidos fuertes, como los petardos, sean especialmente molestos y estresantes para ellos. Además, los petardos y fuegos artificiales producen luces y sonidos impredecibles, lo que puede generar en ellos una sensación de peligro y estrés
Como punto de partida, debes observar y aprender cómo tu peludo muestra sus emociones, ya que se comunican constantemente con nosotros a través de su lenguaje corporal y su comportamiento. De esta manera, podrás identificar si le asustan los ruidos fuertes y las luces brillantes o no. En caso de no ser así, simplemente limítate a no crear pánico, puesto que para él no hay ningún problema.
¿Cómo sé si mi perro tiene miedo a los fuegos artificiales?
Las respuestas más comunes de los perros a los que no les gustan los fuegos artificiales son:
- Estremecerse
- Jadear
- Pasear
- Babear
- Mostrar el blanco de los ojos
- Orinar o defecar
- Gemir o ladrar
- Escarbar o arañar
- Esconderse
- Huir
- Incluso agredir a personas u otros animales que estén cerca de ellos
Para evitar o aliviar estas reacciones, los expertos aconsejan tomar las siguientes medidas antes, durante y después de los fuegos pirotécnicos.
Contracondicionar para controlar y prevenir el miedo
Un estudio de 2020, del Grupo de Comportamiento de Animales de Compañía de la Universidad de Berna (Suiza) demuestra que el contracondicionamiento, es decir, la introducción de premios, juegos y otras experiencias positivas durante un episodio de ruido, es el método más eficaz para reducir la reacción negativa.
El estudio, en el que participaron 1.225 petlovers, analizó una serie de estrategias de gestión, como la "modificación del entorno" (proporcionar un “refugio”, mantener las ventanas y persianas cerradas, poner música), "alimentar/jugar" (proporcionar al perro estímulos positivos como juegos y comida durante los fuegos artificiales), así como el uso de remedios naturales, e interacción, como las caricias.
La "alimentación/juego" y la "modificación del entorno" demostraron ser las más eficaces. Uno de los autores del estudio señala que la estrategia de "alimentación/juego", o contracondicionamiento, es especialmente eficaz con un cachorro, para evitar que desarrolle miedo al ruido.
Si es posible, acostumbra a tu mejor amigo a los sonidos fuertes
Si no estás seguro de cómo reaccionará tu perro, y dispones de tiempo suficiente, puedes probar a desensibilizarlo. Para ello, empieza reproduciendo sonidos de fuegos artificiales a bajo volumen y, a continuación, dale un premio. Cuando observes una respuesta feliz a los fuegos artificiales, puedes aumentar levemente el volumen, y repetir el proceso. La idea es que, eventualmente, asociará estos ruidos a una experiencia positiva y será menos probable que muestre señales de miedo.
Una rutina poco estresante
Durante el día de San Juan, haz las actividades con tu perro, como los paseos y los juegos, cuando todo esté tranquilo. Cuando ya se acerque la noche, quédate en casa con tu mejor amigo. Asegúrate de establecer un espacio seguro como “refugio”, puede ser una habitación tranquila. Baja las persianas y pon música relajante, la radio o la televisión a bajo volumen, y ten a mano su juguete favorito o algún premio. Si en tu zona hay fuegos artificiales inesperados durante todo el día, limita su ejercicio al aire libre y juega con él dentro de casa.
Todo el mundo tranquilo
Ahora el momento de la verdad, cuando empiecen a sonar los fuegos artificiales, deberás reaccionar con calma. Ya que para él, tú eres el animal que entiende que los fuegos artificiales no le harán daño, así que mantén la tranquilidad para no generar ansiedad en tu perro. Si tu peludo se retira o se esconde, deja que se vaya al “refugio” que habrás establecido antes y se calme. No intentes sacarlo de su “refugio” ni asfixiarlo con atenciones.
Por otro lado, si se acerca y se queda a tu lado, algunos expertos aconsejan no reforzar el comportamiento temeroso mostrándote excesivamente cariñoso. Una alternativa es adoptar un comportamiento cotidiano que le distraiga, como realizar algunos ejercicios de adiestramiento con premios. Sin embargo, muchos adiestradores afirman que está bien consolar a tú mejor si parece que le ayuda, siempre que mantengas una actitud tranquila.
Déjale tiempo para recuperarse
Una vez terminada la noche, puedes pasearlo porque necesitará ir al baño, pero evita la tentación de volver inmediatamente a la rutina de siempre. Es posible que a causa del estrés de la experiencia, sus actividades favoritas no le apetezcan en este momento, por lo que debes tener paciencia con tu peludo. Si los problemas persisten o quieres ayuda para prepararte mejor para el próximo año, consulta a un adiestrador o veterinario.
En resumen, la noche de San Juan puede ser una noche de auténtico terror para muchos perros. Pero con estos consejos, podrás ayudar a tu perro a superar el miedo a los petardos y disfrutar de la noche de San Juan junto a ti. Recuerda que, como petlover, lo más importante es estar con él y darle el mismo cariño que nosotros ponemos cuando elaboramos sus burgers.
Por si acaso, asegúrate de que las puertas exteriores son seguras, el patio está cerrado y las chapas y microchips están al día. Si observas que tu mejor amigo tiene una fobia continua y extrema, o una reacción incluso a sonidos de bajo volumen, recomendamos ir directamente a un veterinario.